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Si tuviéramos el valor de morir …

Nacemos plenos de amor, nada más portamos y nada más necesitamos. Luego, demasiado a prisa, comenzamos la carrera de la supervivencia. Esa maratón en la que acumulamos cosas y miedos a perder esas cosas. Esa en la que olvidamos y seguimos olvidando hasta desdeñar lo trascendental.

Si tuviéramos el valor de morir para empezar a vivir… Si rescatáramos de este conglomerado de mugre que da forma a nuestro personaje el coraje de morir y soltar todo lo que nos ha costado la vida… Si nos atreviéramos a caminar con el único peso de nuestra esencia, con el único propósito de amar, de amarnos y de dejarnos amar. Si recordáramos que todo lo que nos resta paz nos está robando el sentido…

Si nos detuviéramos en esta carrera agotadora a ninguna parte para comprender que no por más hacer vamos a justificar nuestra existencia. Que no por más sufrir vamos a recuperar un merecimiento que nunca nos fue negado. Que no por más mostrar y demostrar vamos a ser aceptados, queridos, reconocidos. Que huyendo no vamos a lograr ubicarnos. Que imitando solo vamos a repetir. Que resignándonos solo vamos a lograr que crezca nuestra frustración. Que renunciando a nuestro brillo para no estar solos solo vamos a conseguir echarnos de menos a nosotros mismos…

Si tuviéramos el valor de morir para descargarnos de pasados mohínos y expectativas egoicas. El valor de soltar todas las memorias hasta permitir que la vida acariciara cálidamente nuestras viejas heridas.

Si viéramos que no hay peor muerte que la supervivencia; ni dolor más ponzoñoso del que nos genera el empeño de nuestros apegos, de nuestros deseos que son los mismos que nuestros miedos…

Si tuviéramos el valor de morir para darnos el permiso de comenzar a vivir

8 comentarios
  1. Guacimara Dice:

    Como siempre…tus palabras precisas y exactas llegan en el momento justo, consiguiendo encender mi respiración y mi alma…»darnos el permiso de comenzar a vivir».
    Infinitas GRACIAS.

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  2. Raquel Lebrón Dice:

    E-S-P-E-C-T-A-C-U-L-A-R!!!!! Lo he compartiro en mi muro. Sigo siempre con la ilusión de poder asistir a alguno de tus cursos o conferencias. Un abrazo desde Medio Oriente al son del arpa paraguaya.

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  3. Charlie García Dice:

    Gracias Virginia eres una mujer que me guía en éste andar leo cada línea y descubro a ese ser olvidado y abandonado que deje crecer pero hoy tomo el mando.
    Y me doy cuenta que todo ya se me dio y sonrió por que es un juego que yo decidí jugar y que olvide,pero hoy lúcida veo y me uno al uno inicial

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