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El fin de la guerra

Hoy pueden acabar todas las guerras.

Hoy, si te rindes, puede reinar la paz.

Solo tienes que renunciar a tu mentalidad batalladora. La has mantenido creyendo que te servía como defensa. Aprendiste que ibas a tener que luchar si querías conseguir algo en esta vida, pero esa es solo una no verdad más en el cúmulo de contaminantes esparcidos en esta tierra. Esa no es la realidad. Lo cierto es que no cesarás de crear batallas mientras no renuncies a tu ejercito interior, a tu necesidad de tener razón y sentirte, de vez en cuando, vencedor. No podrás descansar mientras no te des cuenta de que todo conflicto externo es solo un reflejo de un conflicto interno, de una resistencia que impide el milagro de la aceptación, de un temor que reprime la manifestación del Amor.

Relájate, deja de estorbar a tu alma, permite que ella te guíe por este juego de abundancia.

No preguntes cómo, simplemente déjate fluir. Permite que tu energía motriz nazca de tu corazón, así recordarás que no hay más enemigo que el que tú dibujes desde tu interior, ese que, igualmente, puedes desdibujar o transformar en maestro y aliado.

Deja de buscar obstáculos que merezcan tu esfuerzo y justifiquen tu queja. Limpia tu mirada de sombras pasadas y recupera la inocencia en la que nunca existió la maldad.

Date el permiso de realizar los propósitos de tu alma y comienza a ser enteramente tú. Mientras tu ego y tu divinidad estén pugnando por la soberanía de tu existencia aquí, continuará existiendo una batalla en tu interior. Y mientras haya guerra dentro de ti habrá guerra fuera de ti. Mientras haya guerra habrá buenos y malos, ganadores y perdedores, miseria, peligro, mucho miedo y poco Amor.

Tal vez, hoy, tú y yo, consigamos desapegarnos de los recuerdos que cargan sufrimiento; logremos reírnos de nuestro ego y sus argumentaciones; y, dejando de tomarnos tan en serio, reconquistemos nuestro centro, acabando así con todas las guerras, reinstaurando la paz.

17 comentarios
  1. Adriana Dice:

    Muchas Gracias por tus certeras aportaciones.
    Toda la razón del mundo en lo que respecta al poder de la rendición, en dónde ya ni nos oponemos ni nos resistimos a nada. Eternamente Gracias.

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  2. gabriela Dice:

    «Relájate, deja de estorbar a tu alma, permite que ella te guíe por este juego de abundancia.»

    hermosa frase, tan simple y profunda a la vez

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  3. Nerea Dice:

    Es precioso Virginia. Que dificil es a veces expresar lo que nos ocurre o los sentimientos que nos envuelven y que bien lo hacestu. Pones orden y claridad

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  4. Karla Fuentes Dice:

    He descubierto que, posada en el amor, ¡atiendo a mi esencia! .. y que desde ahí la mirada es tan amplia -y hay una libertad tan honesta- que las que eran murallas son ahora un puntito, y solo me dan cosquillitas, y luego risa… Y gran serenidad.
    ¡No es algo especia, único, fugaz o complejo! Está ahí para todos, todo los días, en cualquier lugar, de todas las formas, en un eterno momento llamado instante, ahora, lo real, el amor, lo que derriba por fin las murallas de la ilusión construida por una mente con miedo. Agradecida Virginia, por las claves, los atajos, las semillas, el reflejo, el amor.

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